Como se reproducen los anfibios

Como se reproducen los anfibios

Hábitat principal de los anfibios

Los anfibios son vertebrados tetrápodos ectotérmicos de la clase Amphibia. Todos los anfibios vivos pertenecen al grupo Lissamphibia. Habitan en una gran variedad de hábitats, y la mayoría de las especies viven en ecosistemas terrestres, fósiles, arbóreos o acuáticos de agua dulce. Así, los anfibios suelen empezar como larvas que viven en el agua, pero algunas especies han desarrollado adaptaciones de comportamiento para evitarlo.

Las crías suelen sufrir una metamorfosis, pasando de ser larvas con branquias a una forma adulta que respira con pulmones. Los anfibios utilizan su piel como superficie respiratoria secundaria y algunas pequeñas salamandras y ranas terrestres carecen de pulmones y dependen totalmente de su piel. Son superficialmente similares a los reptiles, como los lagartos, pero, junto con los mamíferos y las aves, los reptiles son amniotas y no necesitan cuerpos de agua para reproducirse. Con sus complejas necesidades reproductivas y sus pieles permeables, los anfibios suelen ser indicadores ecológicos; en las últimas décadas se ha producido un drástico descenso de las poblaciones de anfibios de muchas especies en todo el mundo.

¿Cómo se reproducen los reptiles?

La partenogénesis es una forma de reproducción en la que los huevos se desarrollan sin fecundación, lo que da lugar a especies unisexuales. Este fenómeno está estrechamente relacionado con modos de reproducción como la hibridogénesis, en la que se produce la fecundación, pero no se transmite el ADN paterno. Entre los anfibios, se observa en numerosas especies de ranas y salamandras, pero no se ha registrado en las cecilias.

La partenogénesis haploide se ha logrado de forma experimental en anfibios, mediante enfoques que podrían considerarse ginogénesis artificial. Oscar Hertwig logró por primera vez la partenogénesis artificial en ranas en 1911, utilizando óvulos fecundados por esperma irradiado[1] La radiación destruyó el ADN del esperma, pero se produjeron embriones casi normales. Gunther Hertwig repitió este experimento en 1924, utilizando cruces entre diferentes ranas[1] Un cruce entre un sapo, Amietophrynus regularis, y una rana, Rana fusca, no produciría un embrión viable, pero la fertilización de un óvulo de sapo por un esperma de rana irradiado produciría una larva haploide. [También se ha inducido la partenogénesis en Pelophylax nigromaculatus pinchando un huevo con una aguja[2]. Este método produjo renacuajos que se metamorfosearon en ranas adultas, algunas de las cuales eran albinas[2].

Características de los anfibios

Cuando los anfibios se reúnen, todos los machos intentan reclamar una hembra. En el caso de las ranas y los sapos, los machos se suben encima de la hembra en zonas de agua poco profundas. Esto hace que la hembra ponga sus huevos, ¡hasta 5.000! El macho los fecunda enseguida.

Los tritones lo hacen de forma diferente, ya que el macho tiene que demostrar su valía agitando la cola. Si la hembra queda impresionada, se le permite aparearse con ella. Le presenta una burbuja llena de esperma, que ella recoge para fecundar sus huevos. Al cabo de unos días, empieza a poner hasta 12 al día. Puede poner hasta 400 huevos en una temporada, cada uno colocado cuidadosamente bajo las hojas de las plantas acuáticas.

En todos los anfibios, los huevos eclosionan al cabo de una a tres semanas, dependiendo de la temperatura del agua. Los renacuajos resultantes viven inicialmente de la yema que se queda con ellos, pero al cabo de unos días necesitan alimentarse. Los renacuajos de rana y sapo se alimentan de materia vegetal, mientras que los de tritón comen microorganismos como el plancton de agua dulce.

Con el tiempo, las estructuras branquiales desaparecen por completo. Esto ocurre mucho antes en las ranas y los sapos que en los tritones. Las extremidades también se forman en esta fase. Las extremidades traseras son las primeras en las ranas y los sapos; las delanteras aparecen primero en los tritones.

Reproducción de anfibios interna o externa

En este artículo vamos a explicar todos los secretos de estos animales, empezando por la reproducción de los anfibios, los tipos de anfibios que existen, algunos ejemplos y otras curiosidades que seguro que te serán muy útiles.

La fecundación de los anfibios se produce en agua dulce, ya que este tipo de agua va a ser la que proteja a los huevos durante su desarrollo y permite que los anfibios no necesiten anexos embrionarios, como el saco amniótico o la alantoides, de ahí algunas de las características que los diferencian de otros anfibios vertebrados terrestres.

La fecundación al ser externo sigue un proceso característico: el macho sujeta a la hembra, que está poniendo huevos. A medida que éstos salen, el macho va derramando su esperma sobre ellos y los fecunda. Los huevos permanecen en el agua formando cordones o adheridos a la vegetación acuática. De ellos vuelven a salir las larvas acuáticas.

Tanto en los peces como en los anfibios, en los que predomina la fecundación externa, los huevos tienen una fina cubierta, ya que los espermatozoides deben atravesarla para que se produzca la fecundación. Por ello, estos huevos deben introducirse en el agua pegados unos a otros, formando voluminosos racimos.