Bioma de la pradera

Bioma de la pradera

Plantas del bioma de la pradera

Introducción: Las praderas templadas están compuestas por una rica mezcla de gramíneas y hierbas y se encuentran bajo algunos de los suelos más fértiles del mundo. Desde el desarrollo del arado de acero, la mayoría se han convertido en tierras agrícolas.

Clima: Los climas continentales semiáridos de las latitudes medias (tipo climático BSk de Koeppen) suelen tener entre 10 y 20 pulgadas de precipitación al año. Gran parte de ellas caen en forma de nieve, lo que sirve de reserva de humedad para el comienzo de la temporada de cultivo. Los veranos son de cálidos a calurosos, dependiendo de la latitud.

Vegetación: Las gramíneas perennes y las hierbas perennes [especialmente Compositae (o Asteraceae, según el sistema taxonómico utilizado) y Leguminosae -las familias del girasol y del guisante, respectivamente-] son las formas de crecimiento dominantes. En las expresiones más húmedas del bioma se reconocen dos o más estratos de hierbas (hierbas erectas y especies reclinadas).

Hierbas. Las hierbas perennes, con sus brotes de crecimiento en la superficie o justo debajo de ella, están bien adaptadas a la sequía, el fuego y el frío. El tallo estrecho y erguido reduce la ganancia de calor en los veranos calurosos; los intrincados sistemas de raíces atrapan la humedad y los nutrientes. Hay dos tipos básicos:

Animales del bioma de la pradera

La diversidad biológica (“biodiversidad”) se refiere a un amplio espectro de tipos y niveles de variación biológica. Una de las formas en que los científicos cuantifican la biodiversidad terrestre de la Tierra es clasificando la vegetación en grandes unidades ecológicas regionales según el patrón vegetativo dominante, más conocidas como biomas. Estos biomas incluyen el bosque tropical, la sabana, el desierto, el chaparral, la pradera, el bosque templado, la taiga o bosque boreal y la tundra. Cada bioma se distingue por la cantidad de precipitaciones anuales, el número de días sin heladas y otros factores físicos y biológicos.

El bioma de las praderas cubre aproximadamente una cuarta parte de la superficie terrestre y en América del Norte las praderas representan alrededor del 15% del continente. Procesos ecológicos como el fuego y las precipitaciones contribuyen a mantener el carácter único de los pastizales. Los incendios frecuentes impiden que las plantas leñosas dominen los hábitats de los pastizales, al igual que las precipitaciones anuales relativamente bajas. La precipitación anual en el bioma de los pastizales de Norteamérica cae en un gradiente de oeste a este, con la pradera de hierba corta al oeste recibiendo hasta 10 pulgadas, la pradera de hierba mixta en la parte central del continente recibiendo hasta 20 pulgadas, y la pradera de hierba alta más al este disfrutando de una precipitación de hasta 40 pulgadas por año.

Pastizales

Según Theodore Roosevelt:Hemos incorporado a nuestro idioma la palabra pradera, porque cuando nuestros bosquimanos llegaron por primera vez a la tierra [en el Medio Oeste] y vieron las grandes praderas naturales de hierba larga -vistas desconocidas para los sombríos bosques en los que siempre habían habitado- no supieron cómo llamarlas, y tomaron prestado el término que ya utilizaban los habitantes franceses. [3] Pradera (pronunciado [pʁɛʁi]) es la palabra francesa para “prado”; la raíz es el latín pratum (mismo significado).

El material parental de la mayoría de los suelos de las praderas se distribuyó durante el último avance glacial que comenzó hace unos 110.000 años. Los glaciares que se expandieron hacia el sur rasparon el paisaje, recogiendo material geológico y nivelando el terreno. Cuando los glaciares se retiraron hace unos 10.000 años, depositaron este material en forma de till. Los depósitos de loess, que se originan en el viento, también constituyen un importante material de base para los suelos de las praderas[5].

A pesar de las largas y recurrentes sequías y de las ocasionales lluvias torrenciales, las praderas de las Grandes Llanuras no sufrieron una gran erosión del suelo. Los sistemas de raíces de las hierbas nativas de las praderas mantenían firmemente el suelo en su lugar para evitar la escorrentía de la tierra. Cuando la planta moría, los hongos y las bacterias devolvían sus nutrientes al suelo. Estas raíces profundas también ayudaban a las plantas nativas de la pradera a alcanzar el agua incluso en las condiciones más secas. Los pastos nativos sufren mucho menos daños por las condiciones de sequedad que muchos cultivos agrícolas actuales[11][12].

Ubicación del bioma de la pradera

Arboleda de bambú – Pantano – Bosque boreal – Arboleda de cerezos en flor – Parche de trébol – Desierto frío – Bosque de coníferas – Risco – Abismo cristalino – Bosque muerto – Tierra seca – Playa de dunas – Infierno en erupción – Campo – Llanura inundable – Campo arbolado – Abeto Bosque muerto – Bosque viejo – Bosque muerto – Bosque viejo – Bosque seco – Playa de dunas – Infierno en erupción – Campo – Llanura de inundación – Campo arbolado – Abeto – Bosque de lavanda – Bosque de arce – Pantano – Bosque mediterráneo – Místico – Desierto exuberante Bosque – Bosque viejo – Bosque ominoso – Huerto – Valle del origen – Pradera – Huerto de calabazas – Colinas del arco iris – Bosque de secuoyas – Bosque rocoso – Matorral rocoso – Matorral – Bosque estacional – Matorral nevado Bosque de coníferas – Bosque de abetos nevados – Bosque de arces nevados – Nido de arañas – Trópico – Tundra – Matorral – Montón visceral – Llanuras volcánicas – Volcán – Páramo – Abismo marchito – Matorral arbolado – Páramo arbolado – BosqueContenido / Biomas

Esta pradera inclinada cuenta con arbustos de bayas, flores y una abundancia de hierba alta entrelazada con escasos robles. Los robles tienen la forma de versiones en miniatura de algunos abetos, pero utilizan madera de roble y hojas de roble. En este bioma se genera suciedad limosa.