Hortalizas de raíz
Las patatas representan un importante cultivo alimentario básico en todo el planeta. Sin embargo, para mantener la calidad de los tubérculos y ampliar su disponibilidad, es necesario almacenarlos durante largos periodos, a menudo utilizando instalaciones a escala industrial. En este contexto, preservar la calidad de la patata es fundamental para los sectores de las semillas, los productos frescos y la transformación. La industria siempre ha innovado e invertido en la mejora del almacenamiento postcosecha. Sin embargo, el ritmo del cambio tecnológico ha aumentado y seguirá aumentando. Por ejemplo, una legislación más estricta y el cambio de actitud de los consumidores han impulsado un renovado interés en la creación de tratamientos poscosecha alternativos o complementarios a la supresión de brotes y al control de enfermedades tradicionalmente dependiente de los productos químicos. Aquí se revisan los conocimientos actuales sobre los factores bioquímicos que rigen la dormancia, el uso del clorprofam (CIPC), así como las alternativas químicas y existentes, y los efectos de los factores previos y posteriores a la cosecha para asegurar la calidad de los tubérculos de patata. Además, se discute el papel de la genómica como enfoque futuro para la mejora de la calidad de la patata. De manera crítica, y a través de una investigación más orientada a la industria, una mejor comprensión mecánica de cómo el entorno previo a la cosecha influye en la calidad de los tubérculos y los factores que gobiernan la transición de la dormancia debería conducir a un cambio de paradigma en la forma de lograr un almacenamiento sostenible.
Batata
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BMC Plant Biol 19, 262 (2019). https://doi.org/10.1186/s12870-019-1875-yDownload citationCompartir este artículoCualquier persona con la que compartas el siguiente enlace podrá leer este contenido:Get shareable linkLo sentimos, actualmente no está disponible un enlace compartible para este artículo.Copy to clipboard
Tubo de calabaza
Los tubérculos son estructuras agrandadas que se utilizan como órganos de almacenamiento de nutrientes en algunas plantas. Se utilizan para la perennidad de la planta (supervivencia durante el invierno o los meses secos), para proporcionar energía y nutrientes para el rebrote durante la siguiente temporada de crecimiento y como medio de reproducción asexual[1] Los tubérculos de tallo forman rizomas engrosados (tallos subterráneos) o estolones (conexiones horizontales entre organismos); entre las especies conocidas con tubérculos de tallo están la patata y el ñame. Algunos autores también incluyen en esta definición las raíces laterales modificadas (tubérculos de raíz), que se encuentran en las batatas, la yuca y las dalias.
Un tubérculo de tallo se forma a partir de rizomas o estolones engrosados. Los lados superiores del tubérculo producen brotes que se convierten en los típicos tallos y hojas, y los lados inferiores producen raíces. Suelen formarse a los lados de la planta madre y suelen situarse cerca de la superficie del suelo. El tubérculo subterráneo es normalmente un órgano de almacenamiento y regeneración de corta duración que se desarrolla a partir de un brote que se ramifica de una planta madura. Los vástagos o nuevos tubérculos se adhieren a un tubérculo madre o se forman en el extremo de un rizoma hipogeo (iniciado bajo tierra). En otoño la planta muere, excepto los nuevos tubérculos hijos, que tienen una yema dominante que en primavera vuelve a crecer un nuevo brote que produce tallos y hojas; en verano los tubérculos se descomponen y empiezan a crecer nuevos tubérculos. Algunas plantas también forman tubérculos más pequeños y/o tubérculos que actúan como semillas, produciendo pequeñas plantas que se asemejan (en morfología y tamaño) a las plántulas. Algunos tubérculos de tallo son longevos, como los de las begonias tuberosas, pero muchas plantas tienen tubérculos que sólo sobreviven hasta que las plantas han echado todas las hojas, momento en el que el tubérculo se reduce a una cáscara arrugada.
Planta de tubérculos
No obstante, deben seguir protegiéndose de las enfermedades a las que son sensibles, como el tizón tardío (causado por el mildiú que destruye las hojas, los tallos y los tubérculos), el pie negro (una infección bacteriana que pudre las raíces en el suelo y durante el almacenamiento), y
Considerando que, en relación con los requisitos establecidos en el punto 25.3 de la sección I de la parte A del anexo IV de la Directiva 77/93/CEE y sobre la base de la información facilitada por la República de Eslovenia, así como de la técnica científica internacional
(e) el certificado fitosanitario exigido se extenderá por separado para cada envío y sólo en caso de que los científicos implicados hayan comprobado que los exámenes mencionados en la letra c) no han dado lugar a
y se ha comprobado que están libres del viroide de la deformación fusiforme del tubérculo de la patata, antes del traslado de los vegetales especificados. Tras los exámenes, las condiciones de cultivo son tales que las plantas madre asociadas y los vegetales especificados permanecerán libres de Potato spindle tuber viroid antes del traslado. eur-lex.europa.eu